¿Qué es una falacia? Parte 1
Se entiende por «falacia» como todo aquel razonamiento incorrecto, que pudiendo ser verdadero, contiene una estructura inadecuada y por tanto propensa a malas interpretaciones. Es necesario hacer énfasis en el punto de que: pudiendo un argumento ser falaz, puede éste a su vez ser verdadero en la medida en que sus premisas y conclusiones son demostrablemente ciertas.
Veamos un ejemplo básico a través de un silogismo de un tipo de razonamiento en el que tanto las premisas como la conclusión son verdaderas, pero el argumento en cuestión es falaz:

Argumento #1
Premisa 1- Los gatos tienen dos ojos.
Premisa 2- Garfield tiene ojos.
Conclusión - Por tanto, Garfield es un gato..
Como es observable, es válido decir que los gatos tienen ojos y así mismo, es igualmente valido consentir en que Gargield tiene ojos; por tanto, parece lógico deducir que la conclusión «Garfield es un gato» es correctamente deducible. Pero no sucede así, pues es necesario señalar que el argumento en cuestión es falaz en la medida en que la conclusión es deducida a través de un sofisma generalmente apodado como non sequitur (Falacia del «no se sigue»). Pero ¿Dónde se encuentra el error?
Desde la «premisa 1» ya es posible inferir que dicho silogismo podrá traernos problemas al presentar una segunda premisa (que en el caso pasado era «Garfield tiene ojos»); pero supongamos que en vez de hablar de Garfield, hablamos de «Odie», veamos el ejemplo:

Premisa 1- Los gatos tienen ojos.
Premisa 2- Odie tiene dos ojos.
Conclusión - Por tanto, Odie es un gato.
Como vemos, es obviamente falso que Odie no es un gato, pues es un perro: ¿Qué demuestra ello?
1. Que falacia no es sinónimo de falsedad: algo puede ser cierto y a la vez falaz (como es el caso del «Argumento #1» en el que ambas premisas son verdaderas y también la conclusión, pero sin embargo el argumento en cuestión es falaz).
2. Que la falacia es un artilugio conceptual que nos permite desenmascarar razonamientos incorrectos, pero sin embargo, al señalar un argumento como falaz no es consecuente deducir que las premisas [proposiciones] o la conclusión son per se erróneas. Hacer lo contrario, sería caer en una falacia ad logicam. Ello es constatable en el punto anterior, donde se señala que hay tanto premisas como conclusión cierta, pero sin embargo se presenta un argumento falaz.
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